Entrada número 100

Uys, qué cosas, estoy de celebración, la entrada número cien va a ser esta desde que empecé con mi blog. Estoy de celebración, pero no estoy para celebraciones...

Estoy un tanto falto de inspiración, de hecho iba a copiar y pegar el escrito que he hecho para mañana para el tipo este del que hablé en algún post anterior que me da clase, Juan Parra, una maravilla de hombre, que hace pensar, una gozada, transmite mucho. Pues eso, que iba a copiar y pegar y cerrar esto, ahora no sé ni si pegaré al final, no estoy muy inspirado ahora mismo, parece que sigo de vacaciones, han sido unas vaGaciones más bien, vagueando bastante, increíblemente bien, tal vez cuente en otra ocasión, ahora me falta la inspiración, una pena, si escribiera sobre mis mini-vacaciones de semana santa, mi post número cien sería una gozada, reflejo de unos días de felicidad compartida, y sin embargo no voy a escribir ahora, tal vez en otro momento.

Sólo dejo para mi post número cien el escrito que entrego mañana, poco inspirado y un tanto incoherente tal vez, pero es lo mejor que puedo hacer ahora, recién horneado...

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Typical spanish

Son las nueve de la noche de un martes de Marzo, para mañana a las nueve hay que entregar un informe, han pedido un informe, no excusas, así que es el momento de ver qué es lo que hay que hacer…

Hace casi dos semanas se veía un puntito a lo lejos, algo que podía ser un problema, algo que se ha ido acercando días tras día, algo que se ha ido haciendo más y más grande, pero, ¿y si lo esquivo?, ¿y si realmente no estoy en su trayectoria?

El puntito se convirtió en mosca hace siete días, más tarde creció a gorrión, eso sería hace unos cinco días, después se hizo bola de cañón, ya sólo quedaban tres días, ahora es algo que a duras penas se va a poder esquivar, pero bien con cabeza y corazón, o bien con todas tus fuerzas, habrá que esquivarlo…

¿Cómo una cultura tan arraigada en el ciudadano de a pie de esperar hasta el último momento para solucionar los problemas no va a verse reflejada en el país? Quedan ya demasiado lejos los tiempos de Felipe II, de Carlos I de España y V de Alemania, las épocas gloriosas de la patria en las que el pensamiento de muchos quedó atrapado, España ahora no es tan grande, ha sido afortunada una vez y otra vez, le ha ido llegando todo hecho, plan Marshal, subvenciones de la Unión Europea… y de repente, sin previo aviso, la crisis. ¿O no ha sido tan de repente?

Se veía venir, pero siglos de cultura no se pueden echar a un lado de un revés, es costumbre esperar a ver si el problema se soluciona por sí mismo, de otro modo se corre el riesgo de trabajar en vano, y no estamos para eso. Que sea otro quien tome la decisión, nada de compromiso, oremos, recemos, que Dios nos pille confesados, seamos incompetentes en el trabajo, que sea el jefe quien tome las decisiones, para eso le pagan, ¿no?

Siempre han de ser otros los que tomen las decisiones, si no se corre el riesgo de equivocarse, y quedar mal delante de la gente, si dicen que la tierra es plana, pues será plana, si no se puede, pues no se puede, todo el mundo lo hace, así que se hará así…

Es una opción, la opción de la mediocridad, la elección de mucha gente, criticable, sí, pero respetable. Sin embargo existe otro tipo de gente y vivimos en un país en el que se pude ser de ese otro tipo de gente, demos gracias a Dios, o mejor, trabajemos para ser de ese otro tipo de gente.

Estudiar la historia, dialogar con expertos, trabajar, aprender, aprender, aprender hasta morir, siempre aprender, escuchar, y aprender, generar nuestra opinión, transformarla poco a poco, evolucionar, siempre aprendiendo, y sólo así podremos elegir si queremos ser mediocres o salir de la mediocridad.

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Sed felices peques, sabéis que eso me hará feliz :D

P.D. Something stupid